lunes, 9 de abril de 2012

Porque no fumar en el embarazo

El pulmón es el órgano que más sufre los efectos del fumar, porque absorbe todas las sustancias químicas que existen en el humo del cigarrillo. Algunas de estas sustancias químicas hacen que los vasos sanguíneos, que abastecen de sangre al útero, se vuelvan más estrechos, lo que hará que tu bebé reciba menos oxígeno y alimento de la sangre, de lo que debería recibir. Como consecuencia de esta debilidad, el bebé puede sufrir algunos riesgos más o menos graves como:

- De pesar poco al nacer
- De nacer prematuramente
- De nacer sin vida
- De morir por un síndrome de muerte súbita
- De desarrollar enfermedades respiratorias y alérgicas como es el caso del asma que lo sufre 1 de cada 3 lactantes.
- De nacer con alguna malformación debido a la disminución de los niveles de vitamina B12 y C.

Algunos estudios demuestran que un químico potente que causa cáncer, llamado NNK, se transmite a los bebés de las madres que fuman. Otros también relacionan el hábito de fumar durante el embarazo, a que la madre tenga un bebé con posibles problemas de conducta y de aprendizaje. Se ha demostrado también que el consumo de cigarros, puros o pipas durante el embarazo, también puede provocar un embarazo extra-uterino o un aborto natural. Si fumas y deseas estar embarazada, debes dejar de fumar antes de tratar de concebir. Si ya estás embarazada, abandona el cigarro lo antes posible. Si, en un caso extremo, no puedes dejar de fumar del todo, reduce el número de cigarrillos a menos de 3 al día. Eso puede disminuir los riesgos.

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