viernes, 6 de abril de 2012

El embarazo

La experiencia de ser madre es única e irrepetible, distinta en cada embarazo donde se toma en cuenta varios factores, tanto, psicológicos, físicos, económicos y sociales.
Se dice que: cada hijo viene con su marraqueta (pan típico de Bolivia) debajo del brazo, es decir su suerte, por eso es que cada embarazo es distinto, diferente, especial, y es mucho mejor si se comparte en pareja.
Donde es muy importante que la pareja tenga buena comunicación, afecto, sexo y manejo del dinero.

El embarazo no es una cuestión solamente femenina, así como tampoco lo ha sido el momento de la concepción.
En el transcurso del tiempo, el hombre ha tomado un rol mas activo en cuanto a la participación y al acompañamiento de todo lo que conlleva un embarazo para una mujer, así como también las primeras semanas luego del parto.

El estado de embarazo no es tan solo un estado físico, también es un estado emocional y psicológico por el cual la pareja atraviesa desde el momento de la noticia que van a ser padres. Escuchamos en los dichos cotidianos de hombres que comentan tener síntomas similares a los de sus mujeres durante los primeros meses del embarazo, o decir: “estamos embarazados”, estos ejemplos darían cuenta de un estado afectivo-psicológico común en la pareja. El rol del hombre ya no se reduce a saciar solamente los antojos de la futura mama en la madrugada sino que ha crecido así como el rol de la mujer en la sociedad. Hoy día los futuros padres asisten a los controles de rutinas, estudios, cursos de pre-parto y demás que han acercado al hombre cada vez más a la sala de parto para acompañar y vivenciar junto a la mujer uno de los momentos inolvidables de la vida de la pareja.

Los momentos próximos al parto son para una madre primeriza momentos de Caos emocional: miedo, al momento de parir, al dolor, a que todo salga como lo han deseado. Angustia, ante la perdida de la panza que la acompaño durante 9 meses, a dejar de ser dos para ser tres, a no estar segura de poder satisfacer las necesidades del bebe o a lo que se espere de ella como madre, en fin, una serie de sentimientos todos juntos que solo podrán encontrar comprensión en la persona del hombre que ha pasado junto a ella todo el proceso para llegar a ese gran y único momento.
 

Los primeros días en casa luego de la llegada del nuevo integrante de la familia también comporta una situación de estrés que requiere una re-adaptación de la pareja y de toda la vida familiar.
El cuerpo de la reciente madre se convierte en una especie de volcán en ebullición: los pechos, las pérdidas post-parto, los puntos y la dedicación exclusiva al nuevo ser, hacen que el normal desarrollo de las tareas habituales de la mujer en el hogar sean más difíciles de llevar a cabo.
Por eso hacemos especial hincapié en el rol protagónico del padre en este periodo crítico: será el quien lleve adelante en estos primeros días la organización de la casa, desde los quehaceres domésticos hasta el manejo de las visitas. Si bien sabemos que el protagonista es el bebe recién nacido, es preciso destacar la necesidad del rol del hombre para que en conjunto y en un clima de amor y coordinación, en unos pocos días el hogar pueda lograr la homeostasis deseada.
Muchas veces, los hombres sienten que pierden su rol de protectores, proveedores u hombres de la casa frente a sus mujeres, que ahora no solo se van a dedicar al hijo, sino que además, en breve volverán a trabajar.
Lo interesante seria pensar, que quizás no se trate de una perdida del rol masculino, sino de un re-acomodamiento, de un crecimiento del rol. El rol ahora adquiere una función mas, importante, quizás la mas importante de la vida de un hombre, la de ser padre de familia.

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