lunes, 9 de abril de 2012

Cuando tomar hierro en el embarazo

Uno de los síntomas de la anemia es que la piel se torna de un color amarillento o pálido, al igual que los ojos y la boca. Además, hay presencia de agotamiento, dolor de cabeza y taquicardia. Las personas con esta enfermedad también pueden presentar síntomas como irritabilidad, llagas en la lengua, aumento en el tamaño del hígado y problemas para la cicatrización de las heridas. La anemia, al igual que cualquier otra afección, debe ser tratada a tiempo para evitar que produzca una disminución en la capacidad de trabajo muscular y provoque que las infecciones sean más duraderas y severas.

Si durante el embarazo una mujer sufre de anemia, puede aumentar el riesgo de un parto prematuro, y los especialistas en nutrición señalan que los hijos de madres que la han padecido tienden a padecerla a más temprana edad. Después del parto, la fatiga producida por la anemia provoca, en algunas mujeres, el descuido de la salud. El cansancio, la fatiga y la somnolencia asociadas a la enfermedad son la consecuencia de la deficiencia de hierro en el organismo, que provoca una disminución de oxígeno en las células, debido a la baja concentración de hemoglobina en la sangre. El hierro se encuentra en las carnes rojas, el pescado y los granos como los frijoles o lentejas, cereales, lácteos y legumbres.

Las anemias ferropénicas por falta de hierro se diagnostican en un 75 por ciento durante el embarazo y están causadas por una falta de hierro en la dieta o porque la dieta no es capaz de suministrar la suficiente cantidad de hierro que la mujer embarazada necesita. Por este motivo, es habitual que las futuras mamás tomen suplementos de hierro a partir del segundo trimestre de su embarazo y durante el tercero. En general, una mujer que llega al embarazo con unas reservas de hierro adecuadas y que no ingiere suplementos durante la gestación, finalizará el embarazo habiendo consumido todas sus reservas.

El hierro se combina con el oxígeno para producir la hemoglobina, una proteína que se encarga de transportar el oxígeno que llega a nuestros pulmones hasta todas las células del organismo, y mioglobina, otra proteína que conduce este oxígeno hasta los músculos. Además, interviene en la síntesis del colágeno, una proteína indispensable para el desarrollo de los huesos, cartílagos y tejidos conectivos. Durante el embarazo, el hierro presente en el torrente sanguíneo de la madre, se utiliza también para incrementar el volumen de sangre, que aumenta durante la gestación en un 50 por ciento. El resto es utilizado por la placenta y el feto para su desarrollo.




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